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sábado, 25 de febrero de 2017

Frivolidad II

Frivolidad II

Como vimos aquí, la carga impositiva afecta la rentabilidad de los negocios en la Argentina.
Una menor rentabilidad se traduce en una menor reinversión, con varias consecuencias:
Otro de los motivos que afectan la productividad de la Argentina son las pobres condiciones de nuestras vías de transporte.
El transporte es caro, lento, ineficiente y riesgoso en la Argentina por:
  • El alto contenido impositivo de los combustibles y las tarifas de transporte.
  • El pésimo estado de las rutas, autopistas, ferrocarriles y dragado de los ríos.
  • Los “peajes” ilegales en puertos, por ejemplo, los llevados a cabo por jerarcas sindicales portuarios.
  • Los piratas del asfalto.

El pésimo estado de nuestros ferrocarriles no es responsabilidad del gobierno actual. Fue heredado y es el fruto de décadas de desinversión y de canibalización por parte de funcionarios, empresarios y sindicalistas inescrupulosos.
Uno de sus exponentes fue el desastre de Once, pero no es el único.


El FFCC y el sector agropecuario
Siempre que tienen oportunidad, los representantes agropecuarios: FFA, SRA, CRA, Coninagro, hacen saber su opinión sobre el estado de los FFCC y el costo de los fletes.
La bonanza de precios de la última década claramente no se trasladó a una mejora de la red ferroviaria ni a un cambio de la flota de camiones. Basta ir a San Lorenzo para ver colas interminables de 1114 de las décadas del ‘70 y ‘80.
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Nota del Tribuno: situación de los ferrocarriles en Salta.
Los ferrocarriles necesitan la renovación de sus vías, de sus señales, cambios, mejoras de puentes, terraplenes, durmientes, material rodante, comunicaciones.
Es una cantidad enorme de dinero a invertir.
Pero lo que hay que recordar SIEMPRE es que la inversión más cara, más difícil y más dolorosa ya fue hecha: LA TRAZA.
Millones de dinero en propiedad de tierras es una inversión existente y que no hay que repetir. Todo lo que se ponga arriba: vías, material rodante, es barato en comparación.


El gobierno pingüino

Tal vez el momento más cínico, canalla y desalmado de toda la
carrera política de Cristina Fernández llevado a cabo con 

premeditación y alevosía:
"Hay que hacerlo rápido porque si no viene la próxima
formación y nos lleva puestos".

El manejo ferroviario del gobierno que se fue ha sido deplorable. Tal vez más que cualquier otro. Desviando fortunas del presupuesto sin que se mejorara un ápice las condiciones. Ese dinero fue a parar a los bolsillos de los funcionarios, los sindicalistas y empresarios inescrupulosos.
Uno de ellos es Macri, que fue concesionario durante años de líneas de cargas sin invertir un peso y formar parte del continuo deterioro.
Otro fue Cirigliano, que es testaferro de Macri desde hace décadas, aún antes del advenimiento pingüino. Les recuerdo esto, porque Cirigliano no estaba asegurado cuando fue el accidente de Once.
Otro socio de Macri y de los pingüinos es Roggio.


El actual gobierno
Ministro Dietrich haciéndose el europeo superado.

Pusieron al frente de transporte a quien demostró no tener creatividad ni sapiencia, además de ignorar completamente las necesidades del país. Sólo Macri sabe por qué puso en el cargo a Dietrich, allá ellos.
Pero las necesidades son claras y la SRA, entre otros, se lo hizo saber a los gobernantes, anteriores y actuales, todas las veces que lo creyó oportuno.
Sin embargo, al momento de priorizar las obras, el señor Dietrich elige gastar 650 millones de pesos en remodelar la estación, con el fin de hacer un centro de compras, desvirtuando el proyecto de restauración inconcluso del gobierno anterior [**].
No sé si la obra va a quedar bien o mal - tal vez quede hermosa -, si robó o no robó.
La misma conversión de una estación en un shopping lo intentaron los ingleses con la Estación Victoria de Londres. Espantosa. Destruyeron la integridad arquitectónica y finalmente quedó algo berreta (seedy), triste y con negocios tipo McDonalds. Rompieron algo para nada.
Mi discrepancia con Dietrich es con la prioridad. Un país que debe producir, tiene que invertir en capital y no en lujo u ostentación.
Los edificios simbólicos deben estar en excelentes condiciones ya que son la exhibición de la salud institucional de la Nación y el mensaje de poder desde el Estado a los ciudadanos, empresas y extranjeros. Lejos de mi, amante del Teatro Colón, proponer lo contrario.
Pero la prioridad en el primer año de gobierno debió ser invertir en infraestructura para abaratar los costos de los productores y así permitir la reinversión de ganancias que llevará a un aumento del producto.
No, se gastan $ 650.000.000 en remodelar una estación, venida a bajo, pero que funciona. A eso llamo frivolidad.
Esta decisión tiene un efecto sobre la economía real, ya descripto y otro simbólico sobre la población: es más evidencia de la desconexión de los gobernantes con las necesidades del pueblo que lo votó.
Otra oportunidad perdida más. Una pena.


* * *
No puedo imaginar qué lo lleva a Dietrich a privilegiar un proyecto fastuoso a poner plata dura en mejorar el ferrocarril desde Córdoba a algún puerto o a conectar la Mesopotamia. Excepto la supina ignorancia y la falta de contacto con el país productivo. Pero no creo en la ignorancia, porque los ministros son hombres que tienen relación con empresas y cámaras empresariales.
Tampoco es por tener oportunidades de coimas en la obra. Si eso lo gasta en mejorar las vías, la oportunidad de corrupción es la misma. Algunos aducirán que sí se está comprando material rodante. Sí. Pero el dinero no es infinito y lo que se gasta en una cosa, no puede ser aplicada a otra.
Aventuro una explicación. Si convierten a la estación en un shopping, no sólo pueden morder con las reparaciones, sino que pueden quedar con una renta inmobiliaria por décadas. Así se ha hecho con infinitas iniciativas: los estacionamientos subterráneos desde Cacciatore, la estación terminal de ómnibus, el centro municipal de exposiciones, donde se gastó una fortuna y ya antes de terminarlo se había concesionado a un amigo por un alquiler nimio. Necesitará miles de años de repago.
Si mi ventura diera en el blanco, sería una pena.
Algunos ciudadanos estamos preocupados que esta sea una oportunidad única y algunos funcionarios, que ya son ricos, piensan en como ser aún más ricos, a costa, no de los contribuyentes, sino del futuro de todos nosotros.
Una pena.


* * *




                      




* * *

[*]   Esa es la verdadera razón que millones de personas votaron #Brexit y a Trump. Y tal vez voten a Le Pen. Ven que su patrimonio familiar se reduce por el alto costo impositivo, mientras el estado gasta el dinero que recibe de los contribuyentes en defender los intereses de quienes no pagan impuestos. Explicado aquí.
[**] Puse el link de dos publinotas, de La Nación e Infobae para que se tenga a mano la visión del gobierno.

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